Capítulo 22 / Pepe Sánchez.
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Señal Memoria - RTVC | UMT-221106 CLIP 2 (Browse shelf(Opens below)) | Available |
Manolo le pide a Tita que intente drogar a una nueva víctima, pero ella se rehúsa. Eudocia, por su parte, le comunica que la han llamado para cubrir un reemplazo en su trabajo, noticia que la joven recibe con alegría. Pastor, por su lado, le consigue trabajo a Chicho en un local de tejo. Blanca continúa bastante enferma, por lo que Timoleón asustado por su salud, y pensando que es un castigo por sus acciones, le confiesa que él se dedica a delinquir, ante lo que la mujer le dice que ella siempre lo ha sabido. Por consiguiente, tras llevarla a un hospital, le promete que, de mejorarse, él dejará ese estilo de vida. Chonto le ayuda a conseguir los medicamentos causando que la mujer se recupere satisfactoriamente. Por su parte, Néstor va a la ciudad para entregarle un encargo a Pastor, aprovechando para contarle a Emperatriz que está pensando en comprar un terreno en el pueblo. Así mismo, le cuenta de sus planes a Tita, lo cual ocasiona que ambos prometan casarse e irse vivir allá, llevándose a Chicho con ellos. Aunque Antonio y Manolo intentan convencer a Néstor de embriagarse y drogarse, este rechaza las invitaciones, aclarándoles que ya está rehabilitado. Esa misma noche, Eudocia llega alicorada al inquilinato por haber estado celebrando su cumpleaños e invita a Tita a su cuarto para seguir el festejo; sin embargo, la mujer intenta besar a la a la fuerza a la joven, confesándole que siempre la ha deseado. Tras huir horrorizada del cuarto, toma un cuchillo para matar a Eudocia. Luego del asesinato, Tita se entrega voluntariamente ante las autoridades. Finalmente, la joven se reencuentra con su madre en la cárcel, y aunque esta se muestra distante con Encarnación, le desea suerte en la audiencia, la cual dictamina que deberá de pagar 36 meses de prisión luego de demostrar buena conducta
Sin restricciones Acceso online con previa autorización
Original de Bernardo Navas Talero ; libretos, Esperanza Gualdrón, Bernardo Navas Talero ; producción ejecutiva, Jennifer Steffens ; música original Juan Lanz ; director de fotografía, Carlos Sánchez ; asistente de dirección, Mauricio Navas Talero ; dirección, Pepe Sánchez ; coordinación, Rodrigo Ospina, Rafael Hernández ; continuidad, Pilar Arango Gutiérrez ; producción, Flavia Quimbay, Guillermo Calle ; vestuario, Tania Moreno ; asistente, Adriana Moreno ; ambientación y utilería, Rafael Hernández ; asistentes, Pedro Albarracín, Harold Hinestroza ; asistentes de fotografía, Mauricio Cadavid, Carlos Anzola, Óscar Rivera ; grúa, Álvaro Peña ; electricistas, Luis Arévalo, Hugo Rodríguez ; grabación, J.J.V Televisión ; cámara, Hugo Ramírez, Eduardo Pinzón, Richard Becerra ; asistentes, Rodrigo Rivera, Miguel Ignacio Moreno ; audio, Juan Carlos Bohórquez, Luis Fernando Ramírez, Luis Hernando Suárez ; operador de video, Germán García ; luces, Efraín Zamora ; técnico unidad móvil, Manuel Aldana ; coordinador general, Hernando Cuestas ; conductor, Luis Carlos Chitiva ; posproducción, Provideo LTDA, Henry Castro, Francisco Urdaneta, Alfonso Monroy Caicedo, Fernando Beltrán, Hugo Vargas ; imágenes de presentación, homenaje a la pintora colombiana Débora Arango ; agradecimientos especiales a Reclusión Nacional de Mujeres, Policía Nacional ; Poesía La Bandera, autor Gerardo Pardo Vanegas ; realización, Tevecine ; Colombia, 1987
Ana María Fernández (Tita Sánchez), César Mora (Chonto), Alberto Rodríguez (Ricardo), Luis Eduardo Arango (Manolo), Ricardo Vélez (Nicolás Sanclemente), Gustavo Londoño (Timoleón), Ana María Arango (Encarnación Sánchez), Bárbara Perea (Eudocia), Diego Vélez (don Pastor), Jeniffer Steffens (Aminta), Sonia Arrubla (Lola), Yolanda García (doña Maruja), Víctor Hugo Cabrera (Antonio Sánchez), Ana María Martín (María Fernanda de Sanclemente), Elías Rodríguez (Chicho), Berta Cataño, Carlos Perea (abogado)
La Historia de Tita, miniserie de 1987 basada en una historia real con idea original de Bernardo Navas Talero y dirigida por Pepe Sánchez, es el primer dramatizado colombiano que trajo a la televisión la experiencia cinematográfica del neorrealismo. Apelando a la técnica de cámara escondida, Pepe Sánchez logró que el reparto se integrara a la muchedumbre de una calle o los apretones en el interior de un bus para indagar e iluminar los hábitos cotidianos de supervivencia, legales e ilegales, de una adolescente obligada a hacer de madre de sus hermanos por una madre prostituta que la explota casi tanto como su pareja la explota a ella. El trabajo visual, hecho de angulaciones retorcidas y asfixiantes, permitió vislumbrar la estrechez y fealdad del inquilinato en que vivían o el desamparo de las calles sucias y lluviosas del centro de Bogotá, permitiendo que la retórica sensacionalista dejara de ser exclusiva de los noticieros y se exhibiera el sufrimiento de los marginados a través de una serie dramatizada. La serie se grabó en un mes utilizando ochenta locaciones distintas, entre las que sobresalen la Reclusión Nacional de Mujeres; las oficinas del Palacio Echeverry, hoy sede del Ministerio de Cultura, que dieron vida al inquilinato; y el Museo Santa Clara, además de innumerables escenas en exteriores del centro de Bogotá, haciendo uso por primera vez del lente gran angular para una producción dramatizada. El seriado, emitido los jueves en el horario “prime time” de las 8:00 p.m. por Canal Uno, fue merecedor de dos premios en la V edición de los India Catalina, a mejor serie y mejor director, convirtiéndose en el primer galardón en esta categoría para el recordado director Pepe Sánchez
Premio India Catalina, mejor serie, 1988 ; Premio India Catalina, mejor director, 1988.